- Después de siete años desde su constitución, la entidad renueva el logo y el lenguaje visual para identificarse a la actual promoción de talento y de la creación que lleva a cabo a través de premios y acciones culturales, sociales, educativas y medioambientales
La Fundació Antigues Caixes Catalanes (FACC) se instituyó en el año 2013 para continuar con la obra social y cultural que las antiguas cajas de ahorro de Sabadell, Manlleu y Terrassa realizaba en toda Cataluña. Después de siete años realizando actividad cultural, educativa y ahora medioambiental, y focalizarse en varios premios dirigidos a profesionales de Cataluña, ha decidido renovar su imagen.
Actualmente, la Fundació Antigues Caixes Catalanes tiene como finalidad promocionar el talento y la creación de proyectos culturales, a través de varios premiso y acciones educativas, fomentar la cultura y el respeto por el medio ambiente.
En este sentido, convoca 8 premios culturales para profesionales en varias disciplinas artísticas como la literatura catalana, el teatro, el dibujo y la pintura, la música, el cine de montaña y el asociacionismo cultural, y recientemente, ha puesto en marcha con BBVA un nuevo premio de innovación en sostenibilidad medio ambiental para pymes.
Toda la actividad que realiza la FACC cuenta con el soporte y la implicación de BBVA, que da nombre a los premios, y con quien mantiene un acuerdo de colaboración anual.
La nueva imagen, creatividad y proyección de talento como símbolos identitarios
La nueva imagen se compone en un primer nivel por el símbolo. El nuevo símbolo de la Fundació, que sustituye a la tradicional hucha, quiere representar un concepto relacionado con el progreso y el enriquecimiento cultural de las personas y del territorio, y distanciarse del concepto de ahorro del que provenían las antiguas cajas. No obstante, la grafica proviene, desde una óptica diferente, de la ranura de la hucha para no olvidar sus orígenes. La forma gráfica del símbolo representa el movimiento, la acción y transmite dinamismo y progreso.
Por otro lado, se ha creado una unión harmónica entre el símbolo y el logotipo (Fundació Antigues Caixes Catalanes) que representa la marca, y que ha conservado el color histórico de la entidad y el nombre, pero que le ofrece muchas más posibilidades de adaptación.
“El símbolo es el elemento que integra los valores de la marca. Queremos estar al lado de los profesionales, incentivarlos para que continúen creando y extendiendo la cultura por todo el territorio. Como Fundació, pero, también tenemos que ser capaces de generar oportunidades, atender a las nuevas necesidades de cada momento, como hicieron las obras sociales de las antiguas cajas, y promover el progreso humano, educativo y cultural de las personas”, explica Belén Latorre, directora de la Fundació Antigues Caixes Catalanes.
“Esperamos que con este cambio, podamos comunicar mejor lo que hacemos, y los públicos con los que interactuamos nos identifiquen como una fundación dinámica, comprometida y cercana”.
El proyecto de posicionamiento de la nueva identidad visual de marca ha sido desarrollado por el diseñador Francesc Ribot, de MenageDesign.