Entrevistamos a Cosmos Quartet

Una de las formaciones de música de cámara con más proyección internacional del momento

Premio BBVA de Música de Cámara Montserrat Alavedra

Cosmos Quartet es un cuarteto de cuerda que se creó en el año 2014 y está formado por los músicos Bernat Prat, Helena Satué, Lara Fernández y Oriol Prat. El cuarteto consta de dos violines, una viola y un violonchelo.

En el año 2018 fue galardonado con el 13º Premio BBVA de Música de Cámara Montserrat Alavedra, organizado por la Fundació Antigues Caixes Catalanes, con el soporte de BBVA. 

Con la ayuda del Premio durante el 2019 han actuando en el Conservatorio Superior de Música del Liceu, en el Auditori Enric Granados, en el Espai Ter y en la Casa Museu Pau Casals. El último concierto de la gira del Premio está previsto que sea en julio en el Palau de la Música.

 

1. ¿Cómo surgió la idea de crear vuestro cuarteto? ¿Por qué le pusisteis este nombre?

La idea surgió de las ganas de seguir tocando música de cámara y descubriendo la música tan excepcional que hay para cuarteto de cuerda juntos.

Antes que el cuarteto fuese una realidad éramos músicos que ya nos conocíamos entre nosotros. Habíamos coincidido en diferentes festivales y orquestas de todas partes y después de muy buenas experiencias tocando música de cámara juntos en diferentes formaciones, ambientes, y escenarios, poco a poco fuimos quedando de manera más regular para leer música para cuarteto de cuerda. Nos sentíamos tan a gusto y los cuatro teníamos tantas ganas de descubrir y aprender de todo lo que realmente implica ser un cuarteto de cuerda que decidimos crear el cuarteto y que este pasara a ser nuestra actividad profesional principal.

Cuando llegó el momento de decidir el nombre, tenemos que confesar que cualquier opción no nos acababa de hacer el peso y todas ellas nos sonaban extrañas pero teníamos claro que queríamos un nombre que sonara con claridad, que fuese fácil de pronunciar y recordar que cualquier idioma. Buscando definiciones de palabras en el diccionario esta nos gustó mucho:

cosmos: m. [LC] [AN] [FIA] Universo, concebido como un todo ordenado.

Además la definición encajaba como anillo al dedo con la idea de un cuarteto de cuerda como un Universo donde tiene que haber una gran dosis de orden para contraponer el caos.

 

2. Todos vosotros habéis hecho trayectoria internacional, ¿cómo ha sido esta experiencia?

En nuestro caso la trayectoria internacional ya empezó con los estudios, sobre todo en los de posgrado, finalizando los másters en países centroeuropeos como Alemania o Suiza.

Los cuatro coincidimos en que ha sido una experiencia clave a muchos niveles. A nivel vital por todo lo que implica vivir en otro país, descubrir otra cultura, otro idioma, otra manera de hacer, estar lejos de casa, y a nivel profesional por todo lo que implica vivir durante como mínimo dos años en lugares donde la música clásica es un pilar fundamental en la sociedad desde hace siglos. Nutrirse de todo esto ha sido fundamental para nuestra carrera profesional.

 

3. ¿El prestigio que estáis ganando día tras día con vuestro Cuarteto os permite dedicaros exclusivamente?

Desgraciadamente no. Lo tenemos que compaginar con otras actividades y no lo hacemos por placer sino por necesidad.

Todo el trabajo y el esfuerzo que requiere un cuarteto de cuerda es más que suficiente para justificar su exclusiva dedicación, pero el sector de la música clásica en nuestro país, y en especial el de la música de cámara, esta muy poco valorado por las instituciones y eso hace que actualmente no haya ningún cuarteto de cuerda profesional que se pueda dedicar exclusivamente. 

Con esto no queremos decir que fuera de nuestro país sea muy diferente ya que podríamos contar con los dedos de una mano todos los cuartetos a nivel mundial que se dedican exclusivamente, pero si que podemos decir que hay más oportunidades, más facilidades y sobre todo más aprecio, admiración y valor a nuestra profesión que al fin y al cabo es lo más importante y gratificante.

 

4. Cuando hacéis un concierto, ¿cómo decidís el repertorio que queréis tocar en cada espacio? En algunos de ellos también contáis con el acompañamiento de otros músicos.

Intentamos que haya un equilibrio entre lo que a nosotros nos apetece tocar y lo que las salas de conciertos y promotores quieren programar en sus ciclos de conciertos, ya que la mayoría de veces son ellos quien te hacen la propuesta con un determinado repertorio. 

Dependiendo del formato de concierto, del ciclo y del tipo de audiencia se decide un repertorio u otro pero en general si podemos escoger, nos gusta incluir el máximo de estilos en un mismo concierto. Desde el inicio del cuarteto de cuerda como género con música del siglo XVIII hasta música de nuestros días. 

Cuando con el cuarteto tenemos la oportunidad de tocar con otros músicos, comporta descubrir otras maneras de interpretar la música, conocer diferentes puntos de vista, desarrollar flexibilidad, aprender nuevo repertorio y muchos otros aspectos que si tienes la suerte de poderlo hacer con buenos músicos, se convierte en una experiencia altamente enriquecedora. 

 

5. ¿Cómo  os enterasteis del Premio BBVA de Música de Cámara Montserrat Alavedra? ¿Que ha supuesto ganar este Premio?

El Concurso ya lo conocíamos por ser uno de los concursos con más renombre, entidad y prestigio del país. Grupos como el Quartet Casals son ganadores y hechos como este hacen que sea un concurso conocido dentro del mundo musical del territorio. 

Por lo que hace la convocatoria, nos enteramos a través de la publicidad que hace la propia organización a través de la página web y las redes sociales, además de recomendaciones de antiguos concursantes. 

Ganar el Premio fue un reconocimiento a la faena hecha y una inyección de ilusión y energía para continuar trabajando en hacer crecer el proyecto del cuarteto. También comporta una gran responsabilidad con todo lo que te propones  después de haber ganado un premio. Y además de la dotación económica que siempre es bienvenida, lo que ha sido más importante son todas las oportunidades en forma de conciertos que el premio ha proporcionado para darnos a conocer en todo el país en los mejores auditorios y festivales.

Un concierto es algo de primera necesidad para un música y hoy en día es muy difícil tener y encontrar. Es una contradicción en toda regla pero desafortunadamente es así. Por lo tanto, estos cinco conciertos proporcionados por el Premio han sido de un incalculable valor y estaremos siempre muy agradecidos. 

 

6. ¿Cómo veis la situación de la música de cámara en nuestro país? ¿Cómo pensáis que se podría llegar al público joven?

Si comparamos la situación actual con la situación actual que había hace 25 años, creemos que ha habido una gran evolución y un crecimiento notorio en el interés por la música de cámara, por lo tanto la situación es más que positiva. Ahora bien, si la comparamos con la situación actual de algunos países del centro y norte de Europa aun queda mucho camino por hacer y muchas cosas por mejorar. El nivel y la cualidad musical de los artistas para poder equipararnos a estos países que menciono anteriormente está sin ningún tipo de duda. De hecho las nuevas generaciones llegan cada vez más preparadas, pero por desgracia las oportunidades cada vez parecen ser más escasas. Falta que las instituciones se pongan las pilas y den más soporte del que han dado hasta ahora. 

Creemos que hay bastantes factores que pueden ayudar a hacer llegar al público joven de forma no tan minoritaria lo que hacemos. 

En nuestras manos esta el hacer conciertos de tipo más divulgativo, intentando romper esa barrera y frialdad que a veces se crea en los conciertos de clásica entre los interpretes y el público, además de dar herramientas para hacer que un concierto sea una experiencia más enriquecedora. También podemos modernizar nuestra imagen, podemos dirigirnos a este sector y mostrar nuestro trabajo a través de las redes sociales, pero no dejan de ser cosas con poca transcendencia y más bien superficiales que no ayudarían a solucionar de raíz este problema con el público más joven. 

No tenemos que olvidar que la música es un arte sonoro, por lo tanto es un arte que se escucha, y saber escuchar no es algo innato. Con esto no queremos decir que si no sabes música no hace falta que vayas a un concierto, ¡al contrario!, saber música y saber escuchar son cosas completamente diferentes y los conciertos necesitan el máximo de perfiles posibles en el público.

Donde queremos ir a parar con todo esto es que creemos que la clave para llegar al público joven parte en la educación desde que somos pequeños. La educación musical en la enseñanza general es mínima por no decir inexistente. Si desde bien pequeños estuviésemos acostumbrados a ir a conciertos y escuchar todo tipo de música (no solo clásica) iríamos logrando conocimientos a través de la experiencia y en consecuencia crearíamos un espíritu crítico que nos permitiría disfrutar y comprender la experiencia artística de un concierto con mucha más profundidad. Y creemos que esto es extensible a todos los campos artísticos. Desarrollar la sensibilidad por las artes desde que somos pequeños es importantísimo para nuestra sociedad, y si esto fuese así estamos seguros que tendríamos más público, probablemente más exigente, y de todas las edades.

 

7. En mayo de 2019 salió a la luz vuestro primer disco, Influences, ¿cómo habéis vivido esta experiencia? 

Fue todo un reto. No habíamos grabado nunca un disco y aunque nos advirtieron que no era una faena fácil, no pensábamos que seria tan complejo. 

Los días de grabación fueron muy intensos. El tiempo es limitado y el repertorio muy extenso, aparte que la presión de los micrófonos y el hecho de pensar mientras tocas que aquello quedará registrado para la posteridad te pone los miedos a flor de piel.

Después venían los días de edición, de escucharse una vez tras otra (no siempre es agradable), tomar decisiones y aceptar errores o cosas que las hubieses hecho diferentes. Aún así lo hicimos y estamos muy contentos del resultado final. Tanto la discográfica SEED Music como el técnico de sonido Santi Barguñó han hecho una faena fantástica y nos han ayudado a que este primer disco del Cuarteto sea una realidad.

Grabar este disco nos ha ayudado mucho a crecer como grupo y no solo por el hecho de que este CD sea una realidad. El nivel de exigencia que pusimos en las tres obras que grabamos fue altísimo y nos hizo lograr un nivel en las obras que no lo habríamos conseguido sin el reto de grabarlo y ahora lo intentamos aplicar en nuestro día a día. 

 

8. Habéis formado parte de la ECMA (European Chamber Music Academy). ¿Qué ha supuesto para vosotros?

La ECMA ha sido el lugar donde nos hemos formado como cuarteto y donde más hemos aprendido para ser un cuarteto de cuerda profesional. 

En primer lugar, por los grandes profesores que hemos tenido el privilegio de tener, como por ejemplo Hatto Beyerle que es quien fundó la academia, Johannes Meissl que es el actual director, Alfred Brendel, entre muchos otros.

Todos ellos nos han enseñado e introducido en el arte del cuarteto de cuerda, a entender que hay detrás de las partituras y las notas de los compositores que interpretamos, a saber ejercer nuestros roles dentro del grupo de forma más cuidadosa, a saber crear una voz propia y original, a aprender, a debatir entre nosotros y a entender que la música no es una ciencia exacta, a aprender a querer lo que hacemos.

En segundo lugar, fue muy enriquecedor a nivel de amistades y de grupos de formaban parte de la academia y que se encuentran en el mismo momento de formación que nosotros. 

Y en último lugar, también nos ha permitido conocer mundo y tocar en toda Europa ya que las sesiones de clases siempre eran en ciudades diferentes. La ECMA nos ha llevado a ciudades como Viena, Florencia, Oslo, París o Londres. 

 

9. ¿Qué proyectos de futuro tenéis para éste 2020? ¿Creéis que pueden cambiar a causa del COVID-19?

Ahora mismo en pleno confinamiento por la pandemia del Covid-19 se hace difícil saber cuándo volveremos a tocar. Ojalá sea pronto pero no lo podemos saber. De momento ya nos han cancelado muchos conciertos y la situación es bastante dramática. 

A finales de marzo teníamos un concierto en Trier que se ha aplazado a la espera de encontrar una fecha y a principios de abril teníamos la grabación de un disco en la WDR de Colonia con música de Ewald Straesser que se ha tenido que posponer. 

El día 26 de abril estamos programados en la temporada de música de cámara del Auditori de Barceona pero tendremos que esperar a ver cómo evoluciona el estado de alarma. Y en mayo teníamos un concierto en Ginebra que también se ha pospuesto. Esperamos que el del Premio Alavedra en el Palau de la Música Catalana programado para julio se pudo celebrar con normalidad. ¡Tenemos muchas ganas!

Otros proyectos destacados para más adelante son el debut en salas como “Bozar” de Bruselas o “Konzerthaaus” de Berlín, la colaboración con el chelista Lluís Claret que que juntamos llevaremos el quinteto de Schubert al Auditori de Girona, al Palau de la Música de Barcelona y al “Círculo de Bellas Artes” de Madrid, y la participación en la Schubertíada 2020 de Vilabertran compartiendo escenario con Matthias Goerne.

 

10. ¿Cómo estáis viviendo el confinamiento?

Pues seguramente como la mayoría de gente, lo estamos viviendo como un cambio drástico en nuestro día a día.

Como ciudadanos lo vivimos con mucha responsabilidad ya que lo entendemos como un importantísimo grano de arena que todos tenemos que aportar para poder superar esta pandemia con éxito. Y como músicos lo estamos viviendo con tristeza y mucha incerteza ya que el sector cultural es uno de los sectores que más consecuencias negativas esta sufriendo a nivel internacional a causa de este estado de alarma. 

Como explicábamos antes, ya hay muchos conciertos que han sido cancelados y de momento no sabemos cuándo podremos volver a tocar. Estamos seguros que tarde o tempranos volveremos a hacerlo, pero todo este período de inactividad que tengamos será imposible de recuperar en su totalidad. También se tendrá que esperar a ver cómo reacciona la ciudadania en el momento de ir a conciertos, al teatro o al cine una vez se pueda volver a hacer. 

Como cuarteto nos podemos comunicar a través de videollamadas e ir comentando todas las novedades que día a día van pasando y cambiando pero desafortunadamente ensayar no podemos. Ahora llevamos casi dos semanas de confinamiento y la verdad es que ¡lo echamos mucho de menos!

La parte buena es que los instrumentos están con cada no de nosotros en casa, por lo tanto podemos estudiar además de tener tiempo de hacer cosas que con los ritmos frenéticos que llevábamos antes quizá no teníamos tiempo de hacer, ya sea leer, cocinar, hacer deporte, o descansar y no hacer nada que también es importante. 

Ojalá esta situación acabe lo más pronto posible y que todo nos ayude a volver a una versión mejorada de esta normalidad que tanto deseamos.