Entrevista a Dolors Cano Nogué, presidenta del jurado de la 7ª edición del Premio BBVA de Música al Talento Individual

Nacida en Barcelona, comenzó sus estudios musicales en el Conservatori Superior Municipal de Música de Barcelona, y obtuvo los títulos de Profesora Superior de Piano, Profesora de Canto y Profesora Superior de Música de Cámara. Es Master in Music por la Universidad de Cincinnati y ha sido becada por la Generalitat de Catalunya y la “Three Arts Scholarship Foundation”.

Especializada desde hace años en la música de cámara, ha formado parte de diversos grupos y desde 1993 colabora regularmente con la Orquestra Simfònica de Barcelona y Nacional de Cataluña. Muy implicada en la educación desde el inicio de su vida profesional, hace 30 años que es profesora y responsable del área de Música de Cámara del Conservatori de Grau Professional de Sabadell.

El Premio BBVA de Música al Talento Individual está coorganizado por la Fundació Antigues Caixes Catalanes con la Associació de Conservatoris de Catalunya, y cuenta con el apoyo de BBVA. 

“Yo soy una firme defensora de la Música de Cámara, creo que justamente esta oportunidad de compartir te ayuda a ser mejor músico, y también mejor persona.”

 


1. Decías en el acto de entrega de premios que “tenías la suerte” de haber sido miembro del jurado en las 7 ediciones del Premio y que cada año te sorprendía el elevado nivel de los participantes, que iba in crescendo. ¿En qué crees que ha ido cambiando un estudiante de hoy de lo que se presentaba al inicio de estos premios?

La ilusión con que uno se presenta a un premio cuando está estudiando es siempre la misma. Tener 14 o 17 años y estudiar un instrumento en 2023 no es muy diferente de lo que era en 2016, pero ahora conocen la historia del concurso, su nivel y su relevancia, y eso es un incentivo para ir mejorando año tras año, cada uno individualmente, pero también de manera colectiva. Y es muy positivo que haya este y otros premios, porque es una motivación extra para el alumnado.

 

2. También te dirigías a los finalistas del Premio BBVA de Música y los felicitabas por ser un ejemplo de perseverancia, lucha, esfuerzo y sacrificio, valores que a menudo se echan en falta en las nuevas generaciones de jóvenes. El aislamiento social que supone la ingente dedicación de horas de estudio del instrumento, ¿sólo se puede entender si hay pasión y motivación detrás?

Quizás hablar de “aislamiento social” suena un poco fuerte. Lo que sí es cierto es que tienen que dedicar muchas horas y esfuerzos, más de lo habitual, y eso les obliga a seleccionar lo que quieren hacer en las horas que les dejan los estudios reglados. No olvidemos que todos estos chicos y chicas llevan una doble escolaridad. Por lo tanto, como una parte importante de este tiempo la dedican a estudiar el instrumento, no les queda mucho para ir a discotecas, jugar con la play, hacer deporte o mirar series, por decir sólo algunas actividades que hacen otros jóvenes. Pero justamente en los Conservatorios pueden socializar con otras chicas y chicos que tienen los mismos intereses, sobre todo en las clases colectivas, ya sean en asignaturas teóricas y o de música de cámara, la orquesta, la banda u otros conjuntos que tenga el centro. Esto les aporta un valor de comunidad y social remarcable. Y evidentemente todo esto solo se puede hacer si te gusta mucho lo que estás haciendo y te compensa el esfuerzo y las renuncias que hay detrás.

Me gustaría subrayar el papel importantísimo que tienen las familias, para ser cómplices y mostrar apoyo en todo lo que tiene que ver con la complejidad horaria e “incomodidades” del joven músico. Es vital para su evolución.

 

3. La labor de un miembro del jurado de un Premio como este, donde el Talento es tan desbordante, es sumamente complicada. ¿Cómo se toman las decisiones? ¿Cómo se llega a un consenso?

Pues sí, es complicado, porque no es un concurso de interpretación, sino que valoras el talento y eso es bastante abstracto. Lo más difícil es que tienes que elegir entre muchos instrumentos diferentes, con características y dificultades diferentes también, y eso lo complica. Con los años hemos establecido unos criterios dentro del jurado para que nadie esté condicionado por los comentarios de otro miembro. Intentamos ser honestos y como somos profesionales que venimos de entornos, edades e instrumentos diversos, el resultado final es bastante fiel a esta diversidad. No siempre estamos todos de acuerdo, por eso decía a los que se han presentado este año que un premio en el fondo es la opinión de un jurado. Que depende de cada uno que este resultado lo utiltice en positivo, tanto si ha ganado como si no.

 

4. Eres especialista en música de cámara y desde el año 1993 coordinas esta área del Conservatori de Grau Professional de Sabadell. ¿Cómo se trabaja desde estos centros profesionales, esta especialidad musical?

Pues la normativa es muy abierta, y cada Centro lo hace un poco como puede y le conviene, dependiendo de la cantidad de alumnos que tiene y de los niveles.

En el caso de Sabadell, la cámara más estructurada se hace a partir de 3º de grado profesional. Y hacemos dos bloques 3º y 4º por un lado, y 5º y 6º por el otro. La formación de los grupos es muy compleja, porque en ella se mezclan muchos factores: de nivel, de implicación, de horario, de disparidad instrumental.

En 3º y 4º priorizamos más la regularidad horaria en el trabajo, y a 5º y 6º trabajamos por proyectos, que nos da mucha más flexibilidad y nos permite adaptarnos a las necesidades de cada alumno. 

Siempre digo a mis alumnos que no piensan seguir estudios superiores de música, que deseo que nunca dejen de tocar su instrumento. Y la Música de Cámara, junto con las orquestas amateurs, son la mejor manera para conseguirlo. Así que es muy importante sembrar su semilla.  

 

5. Un grupo de música de cámara debe decidir en equipo qué versión quiere hacer de la pieza que interpretará, por lo tanto, hay que llegar a consensos, tomar decisiones técnicas y estilísticas, y sobre todo tener una gran dosis de creatividad. ¿El perfil del músico de cámara requiere también de dosis de humildad para llegar este trabajo conjunto?

Totalmente. Tienes que poner tus ideas y lo mejor de ti mismo para que se beneficie el conjunto. Los músicos nos pasamos mucho tiempo estudiando solos y a veces cuando vamos al primer ensayo en grupo puede resultar que los compañeros tengan una visión diferente; y no se trata ni de imponer la tuya ni de aceptar sin más la de los demás. Hay que hablar y llegar a una idea que convenza a todos. Y quizás tampoco se encontrará la solución inmediatamente, sino que se debe ir probando.

Yo soy una firme defensora de la Música de Cámara, creo que justamente esta oportunidad de compartir te ayuda a ser mejor músico, y también mejor persona. Muchos de los grandes músicos que tienen o han tenido una carrera como solistas dicen que donde realmente disfrutan es haciendo música de cámara: Pau Casals, Marta Argerich, Pinchas Zukermann, entre muchos otros que incluso han creado sus propios festivales para tener la excusa para poder tocar con otros colegas.

 

6. ¿Cuál es la situación de la música de cámara en nuestro país? ¿Qué panorama de futuro ves?

Pues tradicionalmente nuestro país no había destacado especialmente en formaciones de cámara, aunque siempre las ha habido y algunas relevantes, como el Trío Ciutat de Barcelona en los años 70 o el Trío de Barcelona en los 80. Pero era gente que quizá tocaba en una orquesta o tenía carrera de solista y, además, tenía un grupo de cámara.

Afortunadamente esto ha cambiado y ahora hay muchos grupos que están pisando fuerte en la escena internacional. Creo que el Quartet Casals que este año celebra su 25 aniversario ha ayudado mucho a eso y hoy tenemos otros cuartetos como el Gerhard o el Cosmos Quartet que siguen esta línea. Y paralelamente han surgido otras formaciones, cuarteto de saxos (el Kebyart Ensemble) o tríos con piano (trío Pedrell, trío Fortuny, Tempus trío) entre otros, todos ellos de una gran calidad y reconocidos en todas partes.