El Festival BBVA de Cine de Montaña se encuentra entre los más prestigiosos del mundo en su sector. Des de 1983, pone en competición anualmente los mejores films a nivel mundial de montaña y naturaleza, y reúne en Torelló destacados especialistas del genero y miles de espectadores cada año.
Este año ha llegado a la 37ª edición con un récord histórico de 170 films presentados que provienen de 28 países diferentes. De los films inscritos se seleccionaron 49 que formaron parte de la sección competitiva. El Festival, coorganizado por la Fundació Festival de Cinema de Muntanya de Torelló, la Fundació Antigues Caixes Catalanes y BBVA, se celebró del 15 al 24 de noviembre con casi 7.000 espectadores.
- ¿Cómo surgió la idea de crear un festival dedicado al cine de montaña en el año 1983, en Torelló y contigo al frente?
Fue un paso más, pero importante, para dar continuidad a las proyecciones en cine Super-8 o de diapositivas que ya estábamos haciendo anteriormente, dentro de las actividades del Centre Excursionista Torelló. En aquel momento, yo estaba en la Junta del CET.
- ¿Cuáles han estado los cambios más significativos que ha vivido el Festival desde su creación?
Básicamente los cambios técnicos. Se ha pasado, en pocos años, del cine Super-8 y 16 mm al vídeo y posteriormente, al formato digital. Ara se ve como una cosa natural y rápida pero exigió asumir unos cambios muy seguidos. Durante unos años en cada edición se tenia que poner el equipo de proyección al día. Los cambios eran constantes y en una misma edición proyectábamos en diferentes formatos, hecho que complicaba mucho las proyecciones.
- El Festival es reconocido a nivel internacional y cada año son más las películas que se presentan y de diversos países. ¿Como ha alcanzado este hecho?
Esta directamente relacionado con la trayectoria. Son 37 ediciones dando a conocer el Festival fuera de nuestro país. Ahora la comunicación es muy fácil, pero nosotros llevamos muchos años picando piedra y pesa el prestigio alcanzado con 37 ediciones. Nos lo hemos ganado a pulso.
- Desde hace años, se escoge un tema central que enmarca el Festival. ¿Como se escoge este tema, que además inspira la imagen del cartel de cada edición?
El formato actual, que es escogiendo un territorio, se inició en 2018, por lo tanto es muy reciente. En las 3 ediciones anteriores al 2018 se optó por homenajear, en cierta manera, al montañismo catalán, desde la ascensión a ocho miles hasta la escalada o el alpinismo. El hecho de que la imagen responda al tema central es una parte más del relato que queremos explicar, actualmente sobre un territorio.
- ¿Como es el proceso hasta llegar a la semana del Festival?
El proceso empieza en el mismo momento que se ha acabado una edición. Con el equipo valoramos la edición que ha acabado de celebrarse y apuntamos soluciones y mejoras para la siguiente edición. A partir de enero se empieza a trabajar en las actividades paralelas, las exposiciones y el espectáculo inaugural. Es una faena de documentación y elaboración de guiones. A partir de junio esta primera parte esta hecha y entonces se trabaja en todo lo que tiene relación con las películas: selección, subtitulación de los films, programación, catálogos, etc.
- El cine de montaña es un cine con proyecciones de mucha calidad y a veces se graban imágenes en situaciones extremas. Detrás de cada film o documental, ¿hay un equipo de profesionales?
Actualmente prácticamente todas las películas son de altísima calidad. Hacer un buen film requiere un equipo de profesionales eficiente y que trabaja con unos presupuestos inimaginables hace pocos años. No todas las películas tienen presupuestos elevados, pero el mínimo se ha incrementado mucho des del momento que el medio televisivo entró en juego. El documental de montaña se ha puesto a nivel del documental general y el hecho de rodar en situaciones extremas aún le da un plus.
- Alguna de las películas podría llevarse a las salas de cine. ¿Porqué no se encuentran en cartelera?
Porqué en nuestro país el documental aún no ha alcanzado el estatus que tiene en otros países y el documental de montaña no es comercial, excepto en contadas ocasiones. Aún y así, se están haciendo grandes esfuerzos, sobre todo por parte de la Televisión de Cataluña, a quien hay que reconocer e valor de poner documental en prime time. Se tiene que seguir trabajando.
- A banda del Festival, también se organiza el Ciclo BBVA de Cine de Montaña por toda Cataluña durante el año…
Efectivamente, a partir del mes de febrero empezamos las proyecciones del Ciclo, que se organiza a través de la colaboración imprescindible de los clubs de montaña y del soporte de la FACC y BBVA.
Este año el Ciclo ha visitado una veintena de poblaciones de Cataluña y ha atraído 2.500 espectadores, una cifra considerable.
- Como director del Festival desde su inicio, hace ya 37 años, ¿Cuál ha sido tu experiencia? ¿Tantos años al frente, es cuestión de perseverancia o de amor al cine de montaña?
Las dos cosas van muy relacionadas. Si no amas, no tienes pasión o no crees en una idea, entonces no pones la perseverancia que hace falta para alcanzar el objetivo. Cuando empezamos, en el año 1983, lo único que teníamos era pasión por la montaña y por el cine de montaña. La experiencia la hemos ido cogiendo a partir del trabajo por hacer las cosas mejor e intentando dar al cine documental de montaña un prestigio que no tenia.