Entrevista a Jaume Pont, Presidente del Centre Parroquial Sant Vicenç

Fotografía de David Bisbal - ISabadell

El Centre Parroquial San Vicenç de Sabadell, con 100 años de historia, fue una de las entidades galardonadas ex aequo en el Premio BBVA a l’Entitat del Associacionisme Cultural Català, por su trayectoria histórica, capacidad para llevar a cabo proyectos transversales que abrazan diferentes manifestaciones culturales, la oferta formativa que ofrecen a las nuevas generaciones y también la apuesta para difundir sus actividades.

Este Premio forma parte de los Premios Carné que organiza el Ens Associacionisme Cultural Català, y que cuentan con la implicación de la Fundació Antigues Caixes Catalanes y BBVA.
Hoy hablamos con su presidente, Jaume Pont.

 

“Igual que el Barça es más que un club, el Centro San Vicenç
es más que un teatro”

 

  1. ¿Cómo se creó el Centro Parroquial y cómo ha conseguido llegar a 1.637 socios y atraer a tanta juventud en las actividades que organizáis?

El Centre Sant Vicenç se creó alrededor de la Parroquia de la Cruz Alta de Sabadell, antes de la guerra Civil como Associació de Lluïsos y pasada la guerra ya como Centre Parroquial. En el 2018 celebramos 100 años de teatro parroquial. Aunque teníamos este vínculo con la Iglesia siempre ha estado muy abierto a todo el mundo independientemente de sus creencias.

El teatro es el elemento primordial que ha vertebrado la actividad del centro. Y la clave ha sido hacer un tipo de teatro con espectáculos que todo el mundo pueda participar, especialmente los más jóvenes. Hacemos Els pastorets en que cualquier socio puede participar. Y la especialidad del centro son los musicales de gran formato de tipo familiar y con repartos muy amplios como Oliver Twist, Peter Pan, Aladí, Charlie y la fábrica de chocolate, Hércules,…

Con este tipo de obras de teatro se consigue la participación de muchos niños y jóvenes que a la vez implican a sus familiares (padres, madres, abuelos,…) que colaboran con la preparación de todos los aspectos técnicos de las obras. Todas las personas que hacemos funcionar el Centre Sant Vicenç somos voluntarios, desde el personal de sala y la taquilla hasta las modistas. Además, disponemos de un Taller de Teatro para niños, creado en 1989, de niños de 7 a los 16 años. Este curso tiene 220 alumnos que están conducidos por un equipo de 40 monitores de entre 18 y 24 años. Cada sábado por la tarde hacen una sesión de formación teatral y a lo largo del curso preparan dos muestras y otras actividades no teatrales como colonias, castañada, carnaval,…

El Taller de Teatro, aparte de ser la base de personas activas en el Centro, siempre se procura que quede lo más integrado en las actividades y programación de las obras de teatro que hacemos. Esta es la manera que de muy jóvenes ya les guste el teatro y la entidad.

Pero el Centre Parroquial Sant Vicenç también tiene un cariz intergeneracional, no solo por los jóvenes; hay grupos de adultos que también van preparando espectáculos y actividades, uno de los grupos es el APM (Amigos, Padres y madres Motivadas). Por ejemplo, esta temporada, si todo va bien, lo acabaremos con el espectáculo Mamma Mia, en el que participan mayoritariamente adultos. Y con todo esto, también dentro del centro tenemos secciones que se han creado en paralelo al teatro como por ejemplo el Esplai La Branca, que ya tiene más de 40 años de funcionamiento, y La Coral, Cor d’Acords, que es más reciente, pero que ya hace 8 años que funciona.

 

  1. El teatro ha sido sin duda la principal actividad tanto en temporada regular como de formación…

Sí pensamos que el teatro es un arte multidisciplinar muy rico que potencia el trabajo en equipo. Personalmente es muy enriquecedor porque te da unas herramientas de comunicación, de creatividad e imaginación, de seguridad y confianza con un mismo. Además es un reto trabajar un personaje, ensayarlo tan individualmente como con el resto del elenco. Y esta solo sería la parte de los intérpretes, porque el trabajo de diseñar y construir decorados, vestuarios, caracterizaciones, buscar attrezzo,… también son tareas que aportan mucho a las personas que las desarrollan. En la construcción de una obra de teatro, poco a poco, se van añadiendo todos estos ingredientes y cada una de las personas que han colaborado con la preparación de la obra de teatro va viendo su aportación.

En el momento de las representaciones, cuando toda aquella suma de esfuerzos de tanta gente puede ser apreciada por parte del público, es un gran gozo y satisfacción para todo el mundo que ha participado.

Esta es la magia del teatro. A veces, la gente externa a las entidades como la nuestra, le cuesta  entender que lo hacemos de manera voluntaria. Te preguntan y “¿no cobráis nada por eso?”. Pero lo que personalmente se extrae de estar vinculado a una entidad como el Centro Parroquial San Vicenç no tiene precio.

 

  1. ¿Qué papel juega en el Centro dentro del territorio?

El Centre, a pesar de que está vinculado en el barrio de la Cruz Alta y muchos de los socios y socias son vecinas, está compuesto por asociados de Sabadell y del entorno. Con el barrio, hay un vínculo muy estrecho, no solo parroquialmente, ayudando a Cáritas y otros grupos parroquiales, sino también con la Associació de Veïns de la Cruz Alta con quien hay un contacto constante. De hecho, muchos de los miembros que crearon las entidades de la Cruz Alta de cultura popular como por ejemplo Geganters y Diables, a finales de los años setenta del siglo XX, y que ayudaron a retomar la Fiesta Mayor de la Cruz Alta, provenían del Centre Parroquial.

Últimamente, el Centre ha ido ampliando su vinculación con otras entidades tanto de ciudad como de país. A nivel de nuestra ciudad, ha colaborado desde hace muchos años en la organización de la Cabalgata de Reyes Magos, también impulsó la creación, ya hace unos nueve años, de la Sabadell Teatre Associació (S.T.A.), que es la agrupación de las cinco principales entidades de teatro amateur de Sabadell, y a razón de esta agrupación se ha promovido una gala anual de apertura de la temporada teatral a Sabadell (Sabadell Aixecat el Teló) y también un programa semanal de radio sobre teatro en la emisora local (L’Amunt el  teló), con un equipo formado por mayoritariamente socios del Centro.

También ha participado en las celebraciones de la ciudad como por ejemplo las efemérides del año Joan Oliver o el año de la Colla de Sabadell. Ahora, que se están preparando las actividades para la Capitalitat de la Cultura Catalana de Sabadell en 2024, nuestra entidad también se está implicando. A nivel de país, estamos integrados dentro de la Federación de Grups de Teatre Amateur de Cataluña y dentro de la Coordinadora de Pastorets de Catalunya, en la cual fuimos de los primeros grupos en formar parte cuando se fundó.

 

  1. ¿Qué destacaríais de vuestro Centro o Asociación? No todas las entidades reciben un Premio a la Entidad Cultural del Asociacionismo Cultural Catalán.

El contenido social, relacional y educativo en el ocio y en valores es sin duda lo que nuestra entidad tiene como más singular. Igual que el Barça es más que un club, el Centro San Vicenç es más que un teatro.

Es obvio que la difusión de la cultura es importante, pero en el Centre Sant Vicenç, al mismo nivel hay la participación, la colaboración y la formación en unos valores como por ejemplo la convivencia, el altruismo, la solidaridad… Esto es el que nos hace diferentes de otros grupos de teatro y llena de contenido la actividad de la entidad.

También queremos agradecer especialmente que se nos haya hecho entrega de este premio porque un reconocimiento de este tipo es un estímulo a seguir adelante con la trayectoria seguida por el Centro en los últimos años. Nosotros a pesar de ser una entidad dinámica, no dejamos de ser modestos económicamente. La ayuda económica nos irá muy bien porque la destinaremos a la digitalización de la gestión de la base de socios, que todavía la hacíamos de manera prácticamente analógica. Si las asociaciones se tienen que mantener durante muchos años se tienen que ir actualizando y adaptándose a las nuevas tecnologías e ir hacia dónde va la sociedad. Y gracias al premio lo podremos hacer en este aspecto de la gestión de la entidad.

También quiero decir que nos hace especial ilusión que la Fundació Antigues Caixes Catalanes, junto con BBVA, otorgue este premio. Encontramos mucho a faltar la ayuda de las cajas de ahorros, en nuestro caso de Caixa Sabadell, pero seguro que si preguntáramos al resto del territorio, opinarían igual con el resto de cajas que ya no existen. El apoyo que daban las cajas a la cultura de base era muy importante, y no solo con premios y ayudas, sino también con difusión y otros aspectos. Por ejemplo, en el caso de nuestro centro, el primer sistema de venta de entradas telefónica (todavía no existía internet) fue Liniatel, una línea de atención financiera que tenía Caixa Sabadell que puso a disposición de la venta de entradas para entidades teatrales. Por eso estamos muy contentos que desde esta Fundación se continúe su legado con la colaboración en premios como este.