Entrevista a Lito Iglesias, presidente de la Associació de Conservatoris de Catalunya 

  • Lito Iglesias es presidente de l’Associació de Conservatoris de Catalunya, director y profesor de violonchelo del Conservatori Municipal de Música de Barcelona.
  • Como violonchelista participó en diversas formaciones de música de cámara clásica, contemporánea, moderna y flamenco, así como en proyectos didácticos para centros de educación infantil y juvenil.
  • La 8ª edición del Premio BBVA de Música al Talento Individual ha estado coorganizada por la Fundació Antigues Caixes Catalanes y la Associació de Conservatoris de Catalunya, con el apoyo de BBVA, y este año ha tenido lugar en el conservatorio que dirige.

 

“El talento artístico se puede cultivar y desarrollar desde la primera infancia, por lo que la familia, las escuelas y la sociedad juegan un papel trascendental en el crecimiento de su talento”.


 

¿Qué ha implicado coorganizar un Premio que aglutina a más de 100 jóvenes de 12 a 19 años seleccionados por conservatorios y centros profesionales de toda Cataluña?

 

Con esta 8ª edición del Premio, el formato y la organización conjunta entre la Fundació Antigues Caixes Catalanes y el ACCat está muy consolidada, pero siempre con el aliciente de que la sede y ciudad donde se celebra el Premio cada año varía, y es esto lo que da un talante diferente cada año al encuentro. Se deben prever al menos 6 espacios simultáneos por los jurados que escucharán las interpretaciones de todos los participantes. Cada espacio debe contar con 3 salas de calentamiento y también con el equipo de soporte logístico que facilite que todo el engranaje funcione como una máquina de precisión. También hemos contado con la valiosa implicación de los representantes de la Asociación de las Familias del Alumnado de nuestro conservatorio, que se han encargado de la recepción de los concursantes y sus familias.

 

Actualmente compaginas la presidencia de la Asociación más la dirección del Conservatorio y la impartición de clases. ¿Cuál es tu día a día y cómo?

 

Me encuentro en una etapa de mi trayectoria profesional totalmente dedicado a la dirección y gestión de un conservatorio en el que he crecido profesionalmente como músico y como profesor. Es un gran reto personal poder contribuir a la continuidad de esta entidad centenaria, y a través de la Asociación de Conservatorios tenemos la oportunidad de crear red con el resto de conservatorios de Cataluña para sumar presencia en el mundo artístico y educativo.

 

Procedes de una familia de músicos. ¿Hasta qué punto la experiencia familiar te llevó a dedicarte a la música? Formaste parte del Trio Novalis con el que ganaste la 1ª edición del Premio de Música de Cámara Montserrat Alavedra, que actualmente seguimos impulsando dirigido a los músicos que han cursado grado superior y que quieren consolidarse como profesionales en formaciones de música de cámara. También participaste en diferentes tipos de formaciones de música de cámara, por ejemplo, con el pianista Jordi Vilaprinyó o con el contrabajista Xavier Puertas.

 

Mi abuelo y mi padre fueron músicos profesionales, y por esa circunstancia pude vivir la música desde mi infancia de una forma muy natural. A los 17 años me trasladé desde Galicia a Barcelona para continuar con mis estudios. En mi trayectoria profesional tuve la suerte de poder compaginar siempre la actividad concertística con la docencia en el Conservatorio desde muy joven. El Premio Montserrat Alavedra con el Trío Novalis, fundado conjuntamente con la violinista Olvido Lanza y el pianista Antonio Ruiz Mellado, fue uno de los mayores reconocimientos de nuestra primera etapa profesional, que nos abrió las puertas a los circuitos, festivales nacionales y auditorios más importantes de todo el país. Desde hace unos años, mi compromiso con la dirección del Conservatorio me ha apartado del mundo concertístico, pero esto no significa que la música no siga presente en mi día a día. Dirigir un conservatorio es cómo dirigir una gran orquesta para hacer músicos y música.

 

Hoy en día muchos alumnos que comienzan sus estudios de música compaginados con sus estudios reglados muestran dificultad para continuar sus estudios y dedicarse profesionalmente. ¿Qué hacer para que estos talentos musicales no abandonen los estudios musicales?

 

En este sentido, es fundamental el acompañamiento de sus profesores y de su familia, para dar estabilidad emocional y recursos. También dejar claro que el compromiso con la música es una decisión personal revisable, y si en algún momento de la vida se quiere bajar el ritmo de dedicación o explorar otros caminos, no deberíamos considerarlo negativamente. La música siempre aporta a la vida y al crecimiento personal de alguna manera.

 

¿Qué papel juegan las escuelas, las familias y la sociedad en general para que los niños descubran la música y la vean como una profesión de futuro?

 

A diferencia de otros ámbitos, el talento artístico se puede cultivar y desarrollar desde la primera infancia, por lo que la familia, las escuelas y la sociedad juegan un papel trascendental en el crecimiento de su talento. Aquí nos encontramos con diferentes sensibilidades en las políticas educativas y culturales en cuanto al peso que deberían tener las enseñanzas artísticas en todas las etapas educativas.

 

Dedicarse a la música en nuestro país no es fácil. Requiere de mucha paciencia y esfuerzo y después los jóvenes músicos no reciben el reconocimiento que merecen. Muchos de ellos terminan sus estudios en centros de prestigio y suelen marcharse fuera. ¿A qué se debe y qué podemos hacer desde las entidades públicas y privadas?

 

Las entidades públicas y privadas tienen mucho que hacer precisamente en el reconocimiento social de este talento. Un premio como el BBVA de música al talento musical es un buen ejemplo de inversión en el presente y el futuro artístico de nuestro país. También debemos reconocer la apuesta que se hace desde las administraciones locales por la educación y formación musical, por ejemplo en el ayuntamiento de Barcelona con la red de escuelas de música y conservatorio.

 

Como presidente de ACCat, ¿cómo ves el panorama musical en Cataluña y en qué líneas hay que seguir trabajando?

 

Dentro del sector educativo se necesitaría un impulso a la presencia de la música en las etapas infantiles y primaria, incluyendo el canto y la práctica de un instrumento. El acceso a la música debería ser un derecho universal, y es en esta etapa en la que se podría hacer realidad. Desde una base de calidad educativa y equitativa, el crecimiento hacia todos los sectores de la sociedad es exponencial. Sólo así podemos garantizar una industria cultural y profesional sostenible.

 

Desde la primera edición del Premio BBVA de Música al Talento Individual el ACCat se implicó en la organización y cada año se supera el nivel de los participantes. ¿La celebración de estas pruebas siguen siendo necesarias para la formación y motivación de estos jóvenes?

 

Este premio se ha convertido a lo largo de estos años en un elemento vertebrador de los conservatorios y centros profesionales de Cataluña, que visualiza el compromiso de los jóvenes de Cataluña con la música. Es realmente emocionante constatar la ilusión y orgullo con el que participan tantos estudiantes de toda Cataluña. Lo vivimos como una auténtica fiesta de la música desde nuestros centros.